QUILMES ROCK 2022 – DÍA 2

La segunda y última fecha del Quilmes Rock tuvo una base fuerte en los grupos que suelen decir
presente en estos eventos: Kapanga, Los Auténticos Decadentes, Guasones, son algunos de ellos.
Cada banda tocó para una multitud que parece no haber dejado rincón del predio sin habitar. Al inicio de la jornada #Massacre dijo presente en el Escenario Claro revisitando su repertorio y presentando el cover de Babasónicos que lanzaron hace poco tiempo: «Deléctrico» en una versión que va en sintonía con «Mariposa», su último single. Por ese mismo lugar, horas más tarde, también pasó #BarbiRecanati con un set revelador y la participación de #MarilinaBertoldi en bajo.

En uno de los escenarios principales, #Turf brindó un recorrido hitero notable. La banda le saca jugo al encuentro con la multitudes y propone un ida y vuelta entretenido con el público. Una muestra de ello es la desfachatez de Levinton que propuso el pogo más grande, con un guiño al Indio Solari, para el tema «No me quiero casar». Ese fue el cierre del set al que también se sumó Cucho de Los Decadentes, quienes luego seguirían en el escenario contiguo manteniendo una energía similar.
La apertura al contacto con otros estilos también tuvo lugar en este fecha: una visita al cuarteto de la mano del cordobés Juan Ingaramo y el costado melódico del sonido urbano en un pulso freestyler con la presencia de Lit Killah.

Hacia la noche del domingo, frente a un predio repleto de colorido, Nathy Peluso salía al escenario junto a una imponente banda. La puesta en escena y la presencia de la cantante hicieron del show uno de los más destacados del festival: una composición íntegra desde luces, sonido y lo hipnótico de cada paso que Nathy Peluso daba en el escenario. El costado más hardcore en «Sana Sana», la veta spinetteana en «Buenos Aires» y el clásico universo Bizarrap presente con una de sus sesiones más exitosas. También tuvimos la referencia ineludible a los sonidos caribeños en «Puro Veneno», junto a un lucimiento destacado de la banda que la acompañó durante el set. El diferencial que Nathy Peluso saca frente a otrxs artistas que explotaron en una misma sintonía es la mirada integra de su propuesta y un manejo del vivo excepcional.

Por otro lugar del predio, la carpa Geiser, Los Brujos traían la referencia a la movida sónica con un set eléctrico que llevó al público a abandonar las butacas y acercarse al pie del escenario. «Canción del cronopio», «Psicosis total» son temas que invitan al encuentro cercano, claro está. Los clásicos noventosos y la puesta con el look tradicional hicieron del show un mundo aparte dentro del grandilocuente festival.

Llegando al final de la jornada, Divididos salía al escenario mientras en el espacio lindero arreglaban todo para el cierre definitivo con el regreso de Catupecu Machu. La aplanadora del rock and roll respondía a ese mote con otro show contundente. Los años pasan y el lugar que se han hecho en la música nacional sigue respondiendo a lo que ofrecen en cada presentación. La prolijidad en el sonido, un repertorio festivalero con la presencia de temas de SUMO y un cierre a puro galope con «Cielito Lindo» hacen de esta presencia un clásico del rock nacional. Mirando la grilla previamente, la presencia de Divididos habla de la vigencia y el lugar relevante que continúa ocupando. Tranquilamente podríamos estar hablando de un festival del 2008 pero ya los años pasaron y desde el guiño en la vestimenta de Mollo hasta el público que lleva familias la constancia se manifiesta. Existe también la necesidad de volver los sonidos tradicionales de una guitarra fuerte, un bajo que golpea y una batería que deslumbra. No por desprecio a lo novedoso, sino por un regreso necesario a lo que nos supo acompañar desde siempre.

El gran cierre estuvo a cargo de Catupecu Machu en su regreso como un homenaje y celebración a Gabriel Ruiz Díaz, fallecido el año pasado. El set comenzó el repaso de entrevistas previas de la banda, en sus comienzos, donde manifestaban sus deseos de crecimiento y hacer música. Fernando Ruíz Días apenas tuvo oportunidad de hacer un comentario confesó que esta era el show más importante: se trata más de una celebración que un regreso. Celebrar un proyecto que marcó varias generaciones y signficó un nuevo sonido en el rock argentino. La trascendencia y alcance que supieron lograr en su recorrido hace que miles de personas se acercaran para revivir ese momento de intensidad que supo significar cada show de Catupecu. La presencia de varios músicos, entre ellos el regreso de Abril Sosa a la batería, hizo de este final de festival un momento cargado de emoción.

Texto: Florencia Gonzalez

Fotos: Jacqueline Orion

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