El reconocido festival Cosquín Rock tuvo una nueva edición el pasado fin de semana. Dos días con muchas bandas, atracciones y cuestiones acerca de la música nacional.
Año tras año el Cosquín Rock reúne un gran número de artistas para conformar una nueva edición de este clásico argentino. En esta ocasión, el extenso predio contó con cinco escenarios más el espacio íntimo de la Casita del Blues, donde suceden cosas interesantes.
Van ganando terreno.
El Escenario Norte abarcó la columna más tradicional e histórica del Cosquín, con grandes referentes como Skay, Las Pelotas y Las Pastillas del Abuelo, sumando a los queridos uruguayos de La Vela Puerca y No Te Va Gustar. Una novedad fue el line up del Escenario Sur, uno más alternativo y novedoso. Bandas que antes rotaban por las diversas carpas ahora conformaron un escenario temático aparte. Ese fue el caso de Louta, Usted Señalemelo y Perras on the Beach, por ejemplo. Tres bandas que pueden resumir el buen momento que está pasando la cultura juvenil e innovadora en nuestro país en materia de reconocimiento. Sabemos que en musicalmente siempre tenemos un capital importante (jóvenes haciendo música y jugadores de fútbol nunca nos van a faltar), hoy por hoy existe una devolución muy positiva por parte del público a muchas de esas propuestas. Hay nuevas generaciones que se sienten interpeladas por estos proyectos que en varias oportunidades se contagia del contexto social.
Uruguay nomá.
La Vela Puerca y No Te Va Gustar sumaron la característica garra charrúa que no podía faltar. Dos bandas que en nuestro país convocan multitudes dijeron presente con un setlist que alternaba entre viejos clásicos y temas más recientes. Las bandas se sucedieron y compartieron el refrescante atardecer cordobés frente a una multitud. El colorido del cosquín puede verse en sus múltiples banderas con localidades de todo el país e incluso de algunos países vecinos, como una bandera uruguaya combinada con los colores de Peñarol.
Córdoba.
El espacio local que tuvo el escenario CBA X fue una interesante oportunidad para acerca otro tipo de atracciones como lo son los deportes extremos. Skate, bicicletas, motocross, acrobacia y la posibilidad de intentar escalar son algunas de las alternativas que ofreció este espacio. Sumado a estas novedades, también estuvieron las bandas ganadores del pre cosquín que se realiza en el interior del país. También Massacre dio un gran show entre un habitat familiar como lo es el skate.
Los pesos pesados.
El Cosquín Rock es siempre una gran oportunidad para poder disfrutar de grandes artistas consagrados. Yendo al lado tradicional, dos grandes shows que se resaltaron en la primera fecha fueron el de Skay y Los Fakires y Babasonicos.
El primero fue un golpe seco de rock y virtuosidad. La presencia de Richard Coleman en el escenario junto al legendario guitarrista de Los Redondos no hizo más que jerarquizar la presentación. Un clima de disfrute que contagió a toda persona que se acercó a disfrutar una buena presentación, siempre garantizada cuando de Skay se trata. Sonrisas complices, guiños y un composé que fue más allá de los sombreros.
En el otro escenario, Babasónicos presentaba temas de su último disco con un Dárgelos entusiasmado y cómodo en el lugar que estaba ocupando. El juego de luces con entre sombras y oscuridad crearon el clima de bohemia nocturna. La carrera de Babasónicos es un punto alto en la música nacional: innovación, consistencia y un atractivo que pocas bandas pueden generar. El setlist festivalero pasó de la funky psicodelia de «Patinador Sagrado» que nos llevaba a los pantalones anchos noventosos para luego llegar a «La Pregunta» y el glitter en el rostro de muchxs presentes.
Así pasaba la primera fecha del Cosquín Rock 2019: clásicos que son la columna vertebral del festival y nuevas apariciones que se imponen por su propia fuerza en los grandes escenarios locales. ¿Artistas femeninas? las menos, veremos cómo será la historia en el segundo día.
Texto: Florencia González
Fotos: Jacqueline Orion
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