#HosenFest: no existen fronteras de idiomas

Die Toten Hosen volvió a Argentina, su segundo hogar nada mas y nada menos que con festival propio, el Hosen Fest, el cual se  llevo a cabo en una jornada caliente marcada por el espíritu punk y sus adeptos.

 

Nuevamente la música hermanando culturas y países. Entre crestas de colores y camisetas argentinas con el emblema del águila de huesos,  sobresalían  las conversaciones de varios grupos de amigos alemanes con sus colores patrios, atuendos alusivos a la banda y cerveza en mano. Ellos nos sumían en la fantasía de sentirnos un poco visitantes en nuestra casa.

El Batacazo de la tarde estuvo a cargo de los jóvenes Kraftklub, compatriotas de los anfitriones de la jornada. El quinteto Alemán salio al escenario con un objetivo claro: ganarse al publico. Se dio naturalmente en cuestión de minutos, su líder Felix Brummer llevaba el clima para donde quería «Arriba las manos»,  «Ustedes saltar muy bien» exclamaba el rubio con desfachatez. Total aceptación para el quinteto, que aprovecho la visita para presentar su ultimo disco Keine Nacht Fur Niemand (No hay noche para nadie).

Pilsen también formo parte del repertorio del festival, la experiencia de Piltrafa y compania reunieron a gran parte de los asistentes frente al escenario para corear temas como «Ivan fue comunista» y «Bajo un sol feliz» himno de los legendarios Violadores.

Junto al atardecer llegaba el turno de Ataque77 con un set cargado de clásicos, entre ellos «Setentista»con dedicatoria especial «A todos los trabajadores que son 
victimas de estos gobiernos chupa sangre que hacen pelota todo» lanzo Mariano Martinez, mientras desde el publico se oia el Hit del año MMLPQTP.

Las luces se esfumaron junto con la espera, y las banderas negras rezando «hasta el amargo final» con su  emblema comenzaban a izarse a los costados del escenario. Globos rojos, amarillos y negros volaban en el aire, las palmas retumbaban en cada rincón del Club Ciudad: los queridos Die Toten Hosen estaban en el escenario para darlo todo.

«Buenos Aires, salud chín chín, estuvimos esperando este día durante un año, es lindo volver a casa» dijo el carismático Campino excitando al publico. «Auswärtsspiel» fue la primera que puso a saltar y corear el estribillo «Ole ole ole ola» si, muy nuestro. La interacción con el publico fue constante, el gran Breiti además de guitarra principal, fue quien oficio de orador, en la mayoría del tiempo ya que es quien domina mejor el español: «Sabemos que son tiempos difíciles, siempre los acompañamos» con mano en el corazón, minutos antes de que sonara «Bonnie and Clyde» cerveza y gente volando por el aire todo marchaba bien.

La perla de la noche se dio cuando el líder de la banda eligió a una muchacha del publico para que suba a cantar con ellos «¿Eres de aquí?» pregunto Campino «No, de Brasil» respodio Denise, quien probablemente no se olvide de esa noche en su vida. El primer amague de despedida se dio luego de «Ultra violento» clima a pleno entre músicos y publico, un ida y vuelta inigualable.¿Quién no se emociono con «Tage wie diese» ? (Dias como estos) canción interpretada con el corazón ilustrada en vivo y en directo con explosión de papelitos celestes y blancos por doquier mezclados con serpentinas plateadas ¡Claro que fue una verdadera fiesta!

Covers también hubo: «Blitzkrieg Bop» de Ramones y «Should I stay our should I go» de los Clash, los Alemanes dejaron en claro que la idea del festival era «Festejar con amigos» y así sucedió, entrega  total de ambas partes.

Un final a todo trapo mientras en el campo se revoleaban remeras, buzos y  pañuelos ,desde arriba del escenario los palillos de Vom Ritchie salían despedidos hacia alguna mano afortunada, junto con las muestras de afecto que se reflejaban en los rostros de una banda que ya es leyenda. Como bien se expreso a comienzos de la tarde sobre el escenario «Is very simple, no hay frontera de idiomas para la música».

Texto: Mon Romero M.
Fotos: Jacqueline Orion

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