El Festival Nuestro celebró una nueva edición ante más de 15.000 personas

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El pasado sábado el Festival Nuestro celebró su nueva edición en Tecnópolis.DSC_3169

El Festival Nuestro tuvo una nueva edición el pasado sábado en el predio de Tecnópolis. En medio de una seguidilla  de días lluviosos, la jornada musical tuvo una tregua y se pudo de disfrutar de cada show sin inconvenientes.

La propuesta de la grilla tiene como premisa mostrar la variedad de la música actual en relación a lo propio de la cultura nacional. Grandes exponentes del rock local como Rocco Posca, Bicicletas y El Bordo pasaron por el escenario principal («Rock») mientras que en el escenario «Churro» la cordobesa Sol Pereyra abría la jornada con un puñado de canciones y luego compartiría escenario con el trío Eruca SativaLula Bertoldi y compañía demolieron el escenario con un set de clásicos y un sonido intimidarte. Fuerza y energía es lo que se siente en cada uno de sus shows.

Uno de los espacios novedosos fue el escenario «Urbano» que dio entidad festivalera a las nuevos exponentes del trap/rap que tan en boga se encuentra hoy en día. No olvidemos que uno de los mejores discos a nivel mundial del 2017 fue DAMN. de Kendrick Lamar. En sintonía con esto, la posibilidad de crear un espacio donde se puedan mostrar estos sonidos que crecen desde hace varios años (Emanero, Malajunta, entre otros), y ponerlos en relación con géneros más «establecidos» como el rock y el reggae fue un gran acierto del festival.

 

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Entrada la tarde, el festival fue tomando confianza mientras las bandas y las diversas atracciones movilizaban al público alrededor del predio. En el escenario «Churro», El Kuelgue brindó un entretenido show. El set comenzó con «Circunvalación» seguido de «La Fama». Un combo de diversas influencias brilla en el escenario que comanda Julián Kartún.

El punto alto de la fecha fue el show de los Ratones Paranoicos. Una lista de veinte temas que pasó por sus grandes clásicos reunió una vez más a esa público que esperaba por su regreso. Anunciada como la última fecha de este año, Juanse y compañía brindaron un show acorde a las circunstancias: enérgico y haciéndole justicia a al rock n roll. Temas como «Cowboy», «Enlace» y el gran cierre con «Para Siempre» mantuvo al público en una constante de atracción.

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El reggae tuvo su lugar marcado: por un lado, Dancing Mood y su experimentación con diversos registros como el ska y, por el otro, Nonpalidece y la cuota más tradicional que tan popular se ha vuelto.

Otra de las bandas convocantes de la fecha fue La Beriso. La banda que significó la vuelta del rock nacional a los estadios, arrancó su set con «Mañana»

Entre tema y tema, como es costumbre, Rolo Sartorio charlaba con el público de temas varios y hasta bromeaba con su baterista que cumplía años. Una de las frases que se ha resaltado en su show fue acerca de la protesta social: «Hoy la revolución es el respeto, no es tirar piedras, no es cortar calles” aludía el cantante mientras afirmaba que eso quedó en los ´70.  Hoy pensamos que las personas que circulaban por el festival no eran entes aislados de una sociedad. Esa idea de ir a ver una banda para «apartarse del mundo» hoy puede pensarse desde otro lugar. Si bien distiende las circunstancias, los músicos se presentan como sujetos sociales y políticos. Perdimos la cuenta de cuántas jóvenes tenían el pañuelo verde, símbolo de la lucha por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, sujetado en sus mochilas. Una de las reflexiones que podemos sacar luego del festival es poder pensar a la música como creadora de saberes colectivos y, también, poder disentir con todo lo que se nos baja de un escenario.

Texto: Florencia
Fotos: Jacqueline Orion

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