Acorazado Potemkin va a dar su primer show del año el viernes 11 en el Teatro Xirgú junto a Mostruo. La banda que cuenta con dos discos editados con gran recepción piensa en la posibilidad de un tercero. El lugar que se han ganado Juan Pablo Fernández, Lulo Esaín y Federico Ghazarossian es notable en la escena musical emergente. Una impronta rockera y las grandes composiciones líricas cargan de sentido a este proyecto que bien puede ser el punk del abasto.
Van a estar tocando en el Teatro Xirgú el viernes 11 como primera fecha del año ¿Cómo les sienta presentarse en un lugar como este?
Juan Pablo Fernández: En teoría es como más elegante. Es un lugar antiguo con un foro enorme pero un teatro muy rockero, tiene mucha historia, esperamos estar a la altura de eso. Es muy interesante darle a la gente distintos lugares para ir, muchos no van al Salón o a Uniclub. Es un teatro antiguo pero le van a levantar todas las butacas, tienen esa modalidad para algunos espectáculos de rock. Queda todo el público circulando y hay una barra afuera, se convierte más como en un club de rock. El sonido es buenísimo y las luces también, vamos a compartir escenario con Mostruo de La Plata y ya tenemos la parte técnica armada. Es nuestra primera fecha del año.
Fede Ghazarossian: A su vez es como nuestra primera fecha acá en Capital en un teatro grande. Ayuda en la parte técnica ya sea la parte de luces y el punto de vista del público. Además, la historia y el lugar en sí es hermoso.
Desde el 2009 que tocan juntos como banda pero previo a eso todos todos ya llevaban un camino en la música ¿Cómo se encontraron para Acorazado Potemkin? ¿Cómo es empezar un proyecto con bastante experiencia?
JPF: Nosotros tuvimos suerte porque re-empezar y retomar un proyecto nuevo cuando uno ya tiene un camino recorrido y la convicción de que va a seguir, en ese sentido, por más que se termine un proyecto uno sabe que va a seguir tocando. Eso es lo que sentimos los tres por separado. Pero después es confianza en que haya un entusiasmo común que surja de lo que pasa en la sala de ensayos, con el aporte de cada uno. Cada banda tiene su mundo, cada banda tiene sus reglas propias, cada banda genera una forma de laburo y eso termina en una estética. Me parece que nos agarró en un momento justo que teníamos ganas de rockear un poco. Y además con mucho entusiasmo y humildad para ir a encontrar público por todo el país. Eso me parece que fuera creciendo parejo hace siete años hasta hoy.
Tienen dos discos editados, ambos con muy buena recepción ¿están pensando en preparar un tercero?
FG: Estamos pensando capaz presentar tres temas el 11. Ya tocamos dos, uno es un cover de Lila Downs, después serían dos temas nuestros. Estamos pensando en grabar este año, si sale todo bien capaz quién te dice antes de fin de año tenemos un disco nuevo.
JPF: Y no se cómo va a ser la recepción y la presión que uno se pone pero te da entusiasmo cuando genera buena recepción en la gente y te preguntan cuándo sacamos otro disco.
A la hora de hacer un nuevo disco, viniendo de uno tan exitoso ¿Van a conservar algunas líneas de lo que fue Remolino?
FG: Hay una cosa y es que al ser trío estás limitado, sumando las dos voces somos un quintento, pero musicalmente hay una limitación que somos los tres en realidad. Nosotros a veces lo que tratamos es rebuscar sobre eso mismo, para tratar de no repetirnos. También a nosotros mismos nos aburre. Ahora estamos probando, por ahora lo que viene saliendo viene bastante directo, que es casi como nos viene saliendo entre Mugre y Remolino (este lo tuvimos que pensar un poco más).
JPF: Siempre uno tiende a no repetirse, a ser original, pero evidentemente hay un formato, no que ya sabemos que funciona, pero sí que se va constituyendo en forma de laburo, en un lenguaje propio y la forma de resolver los temas. Lo que nosotros aspiramos es que cada disco tenga en sí una forma de resolverlos, por el momento que estemos viviendo. No que de un disco a otro mantengamos la receta, sino que le encontremos la forma en ese momento a diez, once, doce temas que estemos tocando para que realmente completen una obra o más. Eso lo vamos a saber en agosto.
Estuvieron participando en varios festivales en apoyo a los trabajadores despedidos, tanto del Grupo 23 como Centro Cultural Kirchner ¿Cómo se sienten participando en estos eventos y qué los lleva a sumarse?
JPF: En general nos invitan y siempre ocurre que hay muchos amigos comunes que trabajan, la mayoría de la gente que estaba trabajando en cultura por los despidos que hubo y en el Centro Cultural Kirchner. Con muchísima de la gente hemos trabajado, compartido y de última por una solidaridad generacional o de compañeros de trabajo. Después hay otras cosas que son muy emocionantes, como cargar de un nuevo sentido a lo que estás haciendo, que una forma de trabajo (no deja de ser convencional como el rock) sirva para comunicar, agregarle concepto o sentido estético a una lucha de trabajadores a mi me parece que es emocionante. También para la amplificación y difusión. Por ejemplo, gracias a que La Bersuit tocó hubo muchísima gente el otro día. Ha sido muy generoso de parte de ellos sumarse, porque tienen una convocatoria muy grande que se notó en el parque. Pero yo creo que aparte de eso hubo como una retroalimentación, hubo columnas de distintos partidos políticos que no siempre están juntas en otras movilizaciónes, hubo sindicatos adheridos. Termina habiendo una linda comunión que incluso se ve detrás del escenario: trabajadores con sus chicos, gente entusiasmada, dándose fuerza mutuamente. Quizá muchos de ellos al otro día tenían que volver a la casa a la tristeza de que no iban a cobrar.
FG: No estamos contentos para nada con la situación que se está viviendo, con toda está magnitud de despidos, tampoco con lo que sucedió con la Ley de Medios. Es una cuestión también por la que nos parece participar, por parte de apoyo y de no acuerdo. Además hay gente amiga involucrada en todo esto.
También estos eventos ayudan a visibilizar lo que por otros medios no se ve…
FG: Obvio, hay un silenciamiento de la verdad. Pero hay una realidad que la lleva casi la mitad de las personas que vivimos en este país y no está bueno lo que está pasando. Primero porque hay derechos que están buenísimos que se han ganado en estos últimos doce años que los quieren sacar. Que le hayan dado de vuelta el poder a la policía es un bajón, ¿por qué el policía tiene que pedirte el documento en la calle de vuelta?
JPF: También hay ciertos espacios políticos que están shockeados, no han sabido reaccionar a lo que fue la avalancha de medidas anti populares y recesivas de Macri. Me parece que no saben cómo manejarlo y en esos espacios es donde empieza a haber un caldo desde las bases, desde la gente, y nosotros en ese sentido acompañamos, nos damos cuenta que se han perdido muchas libertades individuales.
Hay una presencia poética en las composiciones de la banda que es notoria y a su vez atrae bastante ¿Cómo es a la hora de acondicionar una letra que no va a terminar en un papel sino que va a ser ejecutada en formato musical?
JPF: Tiene sus reglas, tiene sus condicionantes. En general hay una interacción entre la melodía, la letra y la música. Pero sí, muchas veces, hacemos primar la melodía y eso nos obliga a un trabajo de síntesis con las letras, también preanuncia una forma de trabajo muy generosa entre nosotros tres con el hecho musical y la intensidad musical. Nos ha pasado de tener que recortar letras o sacar partes porque había una que estaba dicha musicalmente, no queremos volver al estribillo entonces tenemos que reescribir la letra para que se condense tres versos en lugar de cinco. Nos ha pasado con «Las Piedras», con otros temas que se viene ensayando de una manera y la música termina condicionando. Lo que sí, a mi me gusta mucho que la canción obliga a un trabajo de más simpleza. Hay veces que está bueno que una letra sea compleja, subir al escenario y sentir que uno tiene algo para decir, pero muchas veces pasa que participar de otros hechos poético u otros trabajos de la poesía en sí, te libera la canción para formas más simples, y de otras forma más compleja decís: bueno, se desarrolla más en un poema. En el Festival de Poesía en Córdoba voy a tener una participación personal el 1ro de Abril -el día anterior vamos a tocar como Potemkin- y hay un par de poemas que son anteriores a la letra de «Miserere». Entonces hay como ideas muy dispersas que en una canción capaz no terminan de redondearse o consolidarse que en un poema sí, podes escribir y desarrollar algo más largo y después en la canción estás obligado a resolver eso en tres minutos de tema pero capaz tenes menos tiempo de la parte cantada.
Es lindo cantar cosas simples que se puedan recordar, a la vez uno cuenta con la carga emocional de la música, de la melodía y hasta de cómo interpreta la voz.
FG: La música tiene ese funcionamiento en el que a veces por lo primero que entras es la melodía, y después te vas dando de lo que está diciendo, las palabras o las frases. A nosotros mismos nos pasa, muchas veces Juan trae la letra el día de la grabación y nos quedamos con Lulo mirándonos diciendo qué es lo que dijo éste. Está bueno porque vas redescubriendo algo.
Frecuentemente comparten fechas con bandas, este 11/3 tocan con Mostruo ¿Cómo encuentran el escenario musical emergente?
JPF: Yo creo que estamos en un momento buenisímo. Hay muchísimas bandas en La Plata como normA, Crema del Cielo, tocamos un par de veces con Tulús. Tratamos de que no sea azaroso, que sea algo parte de una retroalimentación. Por suerte, por ejemplo, el sello en el que estamos tiene una vocación de llamar a este tipo de bandas y de editarlas. También tuvimos linda relación con la gente de Pez, estuvimos en el FestiPEZ.
Somos muchos, compartimos mucho público. Hay gran público que va a festivales y megaconciertos y ese muchas veces no es el que va a ver bandas de rock asiduamente. Entonces nosotros tratamos de encontrar como rasgos y recorridos comunes con estas bandas y en determinados festivales como el Festipulenta, Festipez, Music is My Girlfriend; tratamos de apoyar y estar en los lugares donde se da ese encuentro, esa cultura de la banda nueva y under. No es un under chico o elitista, al contrario, es un under que se anima a crecer, que no le tiene miedo al escenario grande como el Konex o el Matienzo.
FG: Las discográficas ya tuvieron su problema con la venta de discos, a los pocos grupos que querían mantener ya le firmaban contrato representación y, obvio, los obligan a ciertas cosas, a lo que ellos manejan. Ahí yo creo que la parte independiente tomó un empuje y está la autogestión. Uno de sus pilares fue Pez con los Festipez. Entonce vos te animás un poco más, una cosa la haces acá capaz en otro lado también explotó y eso hay que hacerlo y seguirlo porque va a seguir así. No es que vaya a cambiar y va a venir José Vorterix y te va decir «che, vení a tocar en este festival».
JPF: Lo que sí tiene muy lindo el under y la gente que sigue a las bandas sabe que no hay artificio. La banda cuando toca cuando tiene que tocar, ahí valemos todo lo mismo. No es que hay un escenario mejor, con un sonido mejor o está el escenario mayor y los escenarios chiquitos como en un festival de los mainstream.
¿Tienen pensado algún video nuevo?
FG: Los videos depende primero de la onda, de la capacidad de la gente que viene a proponerlos. Es una onda que generamos entre la gente que viene sin esperar nada.
JPF: Lo que sí hacemos es apoyarlos, subirlo como propio, difundirlo, incluirlo en nuestra propia agenda, es lo más que podemos ofrecer. Sabemos que es caro y no podemos encargarlo, es una inversión que muchas veces va hacia musical: a un instrumento, cambiar un equipo o lo que tiene que ver con el hecho de sacar un disco. Pero evidentemente abre camino, agrega sentido a lo que hacemos muchas veces. Y bueno, ese video del facho está genial, entre los globos y las tortas terminaron de redondear.
FG: Le faltó que bailara el facho en el balcón y ya estaba…
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