Oui Oui Fest en Niceto: Maratón musical

El pasado sábado 19 se llevó a cabo el festival organizado por el sello Oui Oui Records con bandas que forman parte del mismo. Seis bandas, dos escenarios y la certeza de un panorama musical fortalecido.

El Perrodiablo / Foto: Lita Pascual
El Perrodiablo / Foto: Lita Pascual

El sello Oui Oui Records tiene más de diez años de trayectoria, transitando el camino de la independencia y retroalimentando lo que es la escena musical. En la noche del sábado se celebró parte de esos logros de la única manera posible: con rock en vivo.

El festival contó con la disposicón de Niceto Club en sus dos versiones, lado A y lado B, lo que hizo de la jornada un solo continuum extendido. La noche comenzó con Metamórfica abriendo el escenario del lado B. La banda lanzó este año su nuevo disco Cisma y parte de eso se pudo escuchar en su set. Oscilando entre el stoner y el rock más tradicional mantienen como eje la psicodelia que se presenta como estética oficial. Las voces se perciben como una templanza que a su vez es desafiante, haciéndole honor al nombre de la banda. No hubo necesidad de grandes intervalos, las bandas se seguían casi inmediatamente. El pasillo que une los dos lados se convirtió en una suerte de avenida por la que transitaba el público del festival. El escenario del lado A se inauguró con la presencia de Fútbol, transmitiendo ese híbrido entre el punk y el rock a secas. El set finalizaba con  Federico Terranova tocando el violín en el pasillo de personas que se formó a su paso.

Fútbol / Foto: Lita Pascual
Fútbol / Foto: Lita Pascual

El festival continuó con el show de Las Diferencias, una banda que cargó de blues y rock crudo la noche. La canción como tal es algo que prima en su propuesta, la voz tajante de Andrés Robledo resonaba en toda la pequeña gran sala. Es una banda joven y su participación en la fecha completa lo que es un pantallazo de lo que convive en la escena musical, la experiencia y lo experimental. Acorazado Potemkin contiene gran parte de esa experiencia, los músicos que lo integran vienen de un gran recorrido y forman parte de la historia musical reciente. La banda viene de lanzar lo que sin dudas fue uno de los grandes discos del año pasado: Remolino. El set pasó por temas de sus dos discos y dejó al público con ganas de más.

La banda encargada de cerrar el escenario del lado B fue El Perrodiablo y con ellos la garantía del descontrol  y la euforia. El público y banda encendidos por igual, cantaban y agitaban cada uno de los temas. Despertar el costado salvaje adormecido por la tediosa rutina puede considerarse una premisa del Perrodiablo. El rock tal y como se lo ha conocido vive en cada ceremonia.

Ararat
Ararat

El final propiamente dicho lo dio Ararat con un set breve pero contundente. La postal casi mítica que Tito Fargo, Sergio Ch y Alfredo Felitte plasman en el escenario invita a fijar la vista atentamente, mientras la sonoridad se encarga de neutralizar el mundo externo. El final con «Nicotina y Destrucción» dio paso a los aplausos mientras el telón cerraba por esta vez.

Por más diferencias de estilo que puedan existir entre las bandas hay un factor en común que se extiende al público: la necesidad de desligarse de los grandes estándares de cómo hacer las cosas. De reconocer las grandes propuestas que se encuentran en nuestra escena musical actual. Lo colectivo se impone por sobre el individualismo del hit y la recompensa se ve en la calidad y el gran nivel de las obras que se producen. El Oui Oui Fest es un ejemplo en estos términos -entre tantos- de lo que sucede cuando se hacen las cosas bien.

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Texto: Florencia Gonzalez
Fotos: Lita Pascual
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