Las Fiestas Clandestinas festejaron sus diez años de existencia con un festival multitudinario donde tocaron más de diez bandas y concurrieron miles de espectadores.
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Las Fiestas Clandestinas cumplieron diez años. Desde el 2004, estas fiestas se desarrollan en la noche porteña con bandas del todo tipo en vivo, música acorde y entretenimiento como lo es el Circo Clowndestino. Han pasado por diversos lugares hasta situarse hoy en su casa madre Groove. Para este festejo, la productora Rock y Reggae organizó un festival con más de diez bandas. La infraestructura del Estadio Cubierto Malvinas Argentinas se vió totalmente intervenida y renovada. Adentro, el «Escenario Sin Sponsor», ubicado en la posición opuesta a los habitual, mientras afuera se montó un escenario al aire libre que fue la innovación de la fecha. El «Escenario Sin Marca».
Desde las 14hs de la tarde, el público pudo ir ingresando al predio para lo que sería un gran festival con bandas de todo tipo. El criterio único, el motivo por el cual los músicos se reunieron fue celebrar los diez años. Todas las bandas pasaron por la Fiesta Clandestina, incluso algunas hasta compartieron fecha. Los mexicanos Descartes a Kant comenzaron la tarde en el escenario interno.
Poco a poco el predio se iba colmando, mientras el Circo Clowndestino amenizaba la espera entre banda y banda entreteniendo con diversos juegos. Mientras, la tarde se llenaba de música con el paso de las bandas como Brancaleone, quién disfruto del aire libre; Los Rusos Hijos de Puta, con la voracidad de una ferviente pasión que emergía del escenario interno y Melian a plena luz del día con una formación intervenida pero eficaz.
Sumando la cuota punk a la tarde, Bulldog repasó sus clásicos en un breve set que ya ponía al público en clima. Las nubes colmaron el cielo ante el cual Jeites brindó su show a puro baile y cotillón.
La tarde prometía una próxima lluvia, una rápida al cielo confirmaba las sospechas. Pero, el show debe continuar, solo restaba esperar que se demorara lo máximo posible. Mientras, dentro del Estadio Massacre se presentaba en un show que repasó algunos clásicos y, de algún modo, despedía a Ringo que próximamente tendrá su sucesor. A esa hora la multitud ya era notoria. Salta La Banca fue la banda en dar comienzo al show con lluvia, ante un público que no se inhibió a la hora de mojarse y cantar bajo el agua.
El festival continuo a pesar del contratiempo que genera la lluvia a un evento al aire libre. Carajo se presentó en el escenario cubierto sumándose a los festejos, sumando sus canciones a la jornada de música. Afuera, la noche ya había caído y Catupecu Machu, fiel a su estilo, salía a batallar. Con la energía característica y la impronta de Fernando Ruiz Díaz, la banda se mostró contra toda tormenta posible. Con invitados en el escenario de la talla de Las Pelotas y Carajo -el clima festivalero en su máxima expresión- le hicieron frente al temporal. Antes del final anunciado, la banda El Buen Salvaje finalizó el escenario cubierto con un breve pero enérgico show.
Ya sumergidos en la noche de tormenta, Las Pelotas salieron al escenario. La lluvia pareciese tener un amor interesado por los festivales al aire libre, pero siempre apelando a una futura nostalgia. La banda de Germán Daffunchio concluyó el Festival Clandestino que, sin más que la premisa musical, festejó diez años de clandestinidad, donde nada debería estar prohibido.
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Texto: Florencia Gonzalez
Fotos: Jacqueline Orion
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